viernes, marzo 19

Una tarde preciosa. Breve, pero preciosa.

Hace unos días,Padre, pude encontrarme con ella.

Fue un momento breve, menos de dos horas, pero tan refrescantes cono la suave brisa de la media tarde. Verla me causó una sensación extraña; no sabía que la extrañaba tanto.

Como siempre tú piensas en todo, querido Salvador. Sabías que me haría feliz ese encuentro, y me lo regalaste después de algún tiempo sin vernos, tiempo en el cual sólo los recuerdos me ataban a su rostro. Antes te había escrito acerca de no poder ver de nuevo su expresión de radiante felicidad que tanto me traía la calma, pero ahora veo que tu haces todo a su tiempo. Todo. 

Ya hubiera podido decir lo mismo de otros sucesos de Icin. Volveremos como lo dicen allá? Recuerdo al pensar en ellos en aquel pasaje de Ezequiel: Predican a mi pueblo: "Paz, paz" , cuando no hay tal.. 
..pero aún eso lo dejo en tus cariñosas manos, Amigo mío, Jesús.

Espero  poder tener en el futuro tiempo para poder terminar la novela que he empezado a escribir. La experiencia de escribir una narración fantástica para que los jóvenes se sientan motivados a buscarte más siempre ha sido un viejo anhelo, una idea marchita que ha vuelto a echar raíz en mi corazón.

Claro, escribir narrativa no es fácil, y no soy ni cervantes ni mucho menos; pero como soñar no cuesta nada, escribiré. jeje, vamos a ver qué pasa.

Ayúdame a buscarte más. ¿Para qué? Para conocerte mejor. ¿Por qué? Porque es la única manera de sentir que vivo una vida verdadera.